Es evidente que cada vez existe un mayor interés por conocer qué comemos realmente cuando llevamos un alimento a la boca.
Micro y macronutrientes; carbohidratos, proteínas, grasas…Toda esta terminología que hace años podía sonar a chino, hoy a casi todos como mínimo nos suena, si no la tenemos ya integrada como herramienta para saber cómo componer menús equilibrados.
Pero precisamente por el aumento generalizado de interés y conocimiento sobre el tema, quizás a veces llegamos a hacernos un lío entre tanta recomendación y tecnicismo.

Hoy te traemos una guía rápida y sencilla para que no te pierdas al leer las etiquetas de los alimentos, remarcando los elementos básicos a los que debes prestar atención:
- Ingredientes. El primero que aparece en la descripción será el ingrediente principal, y suele ir acompañado del porcentaje que ocupa respecto al resto. Después le siguen los demás componentes, de mayor a menor presencia.
- Valor nutricional. Se detalla en una columna por cada 100g de producto (o 100ml). En ocasiones, también añaden otra con la cantidad que recomiendan como una porción.
- Proteínas. Para que este alimento se considere “fuente de proteínas”, debe contenerla en al menos un 12%.
- Energía. ¿Sabes cuántas calorías necesitas cada día? Entra aquí y en pocos clicks lo sabrás. Pero recuerda: más importante que la cantidad, es la calidad y la proporción del total de lo que comes en el total diario.
- Azúcares. Encontrarás cuántos gramos contiene dentro de Hidratos de carbono. Se recomienda no superar los 25g al día, cantidad que puede oscilar en función de las condiciones de cada persona.
- Grasas. Ya sabrás que existen dos tipos: las “buenas” (insaturadas) y las “menos buenas” (saturadas). Estas últimas son las que hay que reducir lo máximo posible. Así que cuantos menos gramos, ¡mejor!
- Fibra. Debe contener al menos 3g para considerarse “fuente de fibras”
- Sal. Se recomienda no consumir más de 5g/día en adultos.
- Vitaminas y minerales. Se considera “fuente de…” si el producto contiene al menos el 15% de la Cantidad Diaria Recomendada.
A partir de ahora, esperamos que cuando necesites interpretar la información nutricional de los alimentos encuentres en esta guía una aliada. ¡Gracias por leernos!